Había una vez un diablo que trabajaba en Telepizza que nunca
se llevaba gente al infierno cómo los demás.
Lo que hacía era transformar las pizzas en pequeños diablos
para que atacase a la ciudad de París.
Todavía no ordenó a su ejército reclutado de diablillos que
atacaran pues quería una victoria segura.
Los diablillos eran débiles pero en grupo eran más
fuertes, solo le quedaban 5 pizzas para
que fueran invulnerables.
Cuándo el diablo creyó que era la hora de atacar de repente
apareció un pato que había sido entrenado para comerse todas las pizzas.
Empezó a comer y a comer el diablo le fue a clavar una
estaca pero lo esquivó y empezó a comer las pizzas le atacaron y fueron el FBI
y atacaron al diablo.
El diablo empezó a arrancar por primera vez almas humanas y
las transformaba en zombies.
De repente el pato puso un huevo y se abrió y salieron 5
patitos con superpoderes.
Los patitos que querían jugar empezaron a echar rayos láser
por los ojos y desintegraron a todos los zombies y el diablo se rindió desintegraron
a todos los zombies y el diablo se rindió.
Unai e Iván
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