Erase una vez un mendigo que vagaba siempre andando por la
autopista, viajando a través del mundo con su unicornio llamado Colomines. Un día
que estaban muy aburridos decidieron entrar al centro o comercial con el poco
dinero que tenían. En véz de comprarse comida se compraron lotería, el viejo
mendigo, ansioso le pregunto que día la sorteaban.
Esperaron y esperaron
hasta que llegó el día, felices fueron a preguntar qué a que numero había
tocado. Ellas les dijeron que había tocado su número y que habían ganado un millón de euros. Para no
gastar dinero en el autobús decidió ir volando con su unicornio rumbo New York.
Allí lo primero que hicieron fue irse a comprar comida, ropa
y una casa, pero les faltaba algo aprender a hablar inglés. Buscaron en
internet clases de inglés con el móvil que se había comprado el vagabundo.
Esto de ser personas normales y decentes al mendigo y a su
unicornio les costo, ya que habían vivido toda su vida debajo del puente de la
autopista. Poco a poco se fueron acostumbrando y encontraron amigos con los que
pasar las tardes en el centro comercial, el mendigo que ya no era un mendigo
había encontrado un trabajo de dependiente en una tienda. Con ese sueldo le
sobraba para comprarse la comida y la ropa justa.
Al final el unicornio se murió ya que se había hecho viejo,
al mendigo le costó superarlo no tenia con quien vivir. El tiempo le acostumbró
a vivir sin él y fue feliz como una perdiz, como era millonario encontró una
novia y murieron juntos y felices.
PILAR Y ROCÍO
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