Érase una vez en un pueblo del oeste. Unos bandidos estaban
robando un banco, el alcalde estaba aterrorizado, se llevaron todo el dinero y el oro.
Llegó un sheriff a la ciudad para detener a los bandidos que estaban asustando
a todos del pueblo. Un día llegaron los bandidos. El sheriff pilló a los
bandidos robando, sacó las pistolas y metió
cinco tiros a la pared, dos bandidos huyeron y se quedó el jefe para ser
detenido y devolvieron todo el dinero y el oro.
Diego Ucendo
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