Erase una vez una niña llamada
Natalia que estaba paseando entre las hojas marrones del otoño con su cesta
rosa, llena de hojas y piedrecitas preciosas. Ella quería encontrar el trébol de
cinco hojas, que solo crecía una vez al año, eso mismo le dijo su abuelita. Natalia
no paraba de buscar, hasta que se encontró con circulo de piedras doradas que
rodeaba aquel trébol se puso muy contenta. Cogió el trébol y las piedras doradas
que le gustaban tanto y se fue rápida a casa a contárselo a su abuela.
Carmen
me encanta. Angela
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